quarta-feira, setembro 01, 2004
Los republicanos apelan a la compasión
RUI FERREIRA / El Nuevo Herald
NUEVA YORK
El segundo día de la Convención Nacional Republicana vio las primeras protestas callejeras violentas en medio de una andanada de discursos en el Madison Square Garden apelando a la compasión.
Miles de manifestantes se enfrentaron a la policía al final de la tarde de ayer con tácticas de guerrilla, en algunos casos ocultando los rostros, en otros desafiando abiertamente a los agentes con palos, pero todos a gritos de ``la calle es nuestra''.
Los más de 1,000 policías en completo uniforme de combate que los esperaban en los alrededores de donde tenía lugar la convención, fueron suficientes para controlar la situación, desbarataron la manifestación e hicieron 270 arrestos. Desde el sábado pasado, la policía de Nueva York ha arrestado ya a 560 personas relacionadas con protestas contra la convención.
Un portavoz policial dijo a un canal de televisión de Nueva York que los manifestantes no tenían permiso para la manifestación. Pero Mark Williamson, que se presentó a los periodistas como portavoz de Act 31, una organización anarquista que organizó la protesta, explicó que ``el permiso fue primero concedido, pero ilegalmente retirado después''.
De todos modos, los manifestantes salieron a la calle y Act 31 declaró una jornada de desobediencia civil, provocando que brotaran pequeños incidentes en toda la parte baja de la ciudad.
''Siempre que haya un buen lugar para decir a los republicanos que están explotando la imagen del 11 de septiembre, se debe aprovechar esa oportunidad'', dijo Bill Simpich, un manifestante que vino de San Francisco y se presentó como un veterano de Vietnam.
Otro manifestante dijo incluso que no le molesta haber sido arrestado. ''Están matando a gente allí [en Irak y Afganistán], ¿cuál es el inconveniente de ser arrestado por una noche?'', dijo Bill Steyert, un sargento retirado de la Marina.
Horas después, en el Madison Square Garden, los delegados a la convención republicana escucharon hablar de los dos temas básicos del segundo día del cónclave, compasión, y la necesidad de acercarse a la comunidad, pero también escucharon historias de la Guerra Fría.
''Cuando era niño, los soviéticos ocupaban parte de Austria. Vi sus tanques en las calles. Vi el comunismo con mis propios ojos, y recuerdo el miedo que teníamos cuando atravesábamos el sector soviético. Había una creencia colectiva de que los soldados soviéticos recogían a los hombres y los enviaban a la Unión Soviética como trabajo esclavo'', dijo el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, quien se disputó a pulso la mayor ovación de la jornada con la primera dama, Laura Bush.
El gobernador, de hecho, llevó a los asistentes al delirio desde el inicio de sus palabras cuando llamó a la convención demócrata ''True Lies'', en referencia a su conocida película.
Les recordó que en su país natal, Austria, ''soñaba con venir aquí [a Estados Unidos]'' y que ``por horas miraba películas estadounidenses maravillado por héroes como [el actor] John Wayne''.
Por eso, ''colegas inmigrantes, ¿cómo pueden saber que son republicanos? Les explico'', dijo.
''Si creen en un gobierno que debe ser llamado a responsabilidad por el pueblo, entonces eres un republicano; si crees que una persona debe ser tratada como un ser individual, no como parte de un grupo de interés, entonces eres un republicano. [...] Y, señoras y señores, si creen que se debe ser duro y sin piedad con el terrorismo, entonces son republicanos'', añadió el gobernador.
En este sentido Schwarzenegger fue bastante firme en sus elogios al Presidente.
''América está en pie. En pie tras un ataque a su patria, en pie tras un ataque a su economía, en pie tras un ataque a nuestra forma de vida'', dijo el gobernador, parafraseando una de sus más famosas frases de la pantalla, ''I will be back'', de la película Terminator.
Y, añadió, ``estamos en pie por la perseverancia, el carácter y el liderazgo del Presidente''.
La primera dama, Laura Bush, fue más comedida, pero no menos incisiva en un texto de su discurso distribuido al cierre de esta edición.
''Confiamos bastante en nuestra capacidad para enfrentarnos a los retos. Hemos sabido apreciar mejor las bondades de que disponemos, pero también se nos ha recordado nuestras responsabilidades con el país que amamos'', dijo la primera dama, quien fue presentada a los delegados en un corto video por el Presidente, que hizo así su primera aparición en la convención.
Flanqueada por sus dos hijas, Bárbara y Jena, Laura Bush elogió a su esposo sin rodeos.
''Quiero hablar del tema que creo es el más importante para mis dos hijas, para todas nuestras familias y para nuestro futuro: el trabajo de George para proteger nuestro país y derrotar el terror, de modo que todos nuestros niños puedan crecer en un mundo más pacífico'', dijo la primera dama.
PS: Critican en Austria a Schwarzenegger
Nada bien han sentado en Austria las declaraciones de Arnold Schwarzenegger sobre su país natal en la convención republicana estadounidense, en las que afirmó que cuando emigró a EEUU en 1968 dejó atrás ``un país socialista''.
El secretario de organización del Partido Socialdemócrata Austríaco, Norbert Darabos, acusa al actual gobernador de California, de ``haber despreciado a su antigua patria''.
El ex actor contó ante la Convención Republicana que durante su infancia había visto ''los acorazados del ejercitó rojo'' en Estiria, su región natal, y que tras la marcha de los comunistas, Austria se convirtió en un país socialista.
Se da la circunstancia, resaltada por todos los medios austríacos, que el Ejército Rojo jamás llegó a Estiria y que en los años sesenta gobernaba el conservador Partido Popular Austríaco.
NUEVA YORK
El segundo día de la Convención Nacional Republicana vio las primeras protestas callejeras violentas en medio de una andanada de discursos en el Madison Square Garden apelando a la compasión.
Miles de manifestantes se enfrentaron a la policía al final de la tarde de ayer con tácticas de guerrilla, en algunos casos ocultando los rostros, en otros desafiando abiertamente a los agentes con palos, pero todos a gritos de ``la calle es nuestra''.
Los más de 1,000 policías en completo uniforme de combate que los esperaban en los alrededores de donde tenía lugar la convención, fueron suficientes para controlar la situación, desbarataron la manifestación e hicieron 270 arrestos. Desde el sábado pasado, la policía de Nueva York ha arrestado ya a 560 personas relacionadas con protestas contra la convención.
Un portavoz policial dijo a un canal de televisión de Nueva York que los manifestantes no tenían permiso para la manifestación. Pero Mark Williamson, que se presentó a los periodistas como portavoz de Act 31, una organización anarquista que organizó la protesta, explicó que ``el permiso fue primero concedido, pero ilegalmente retirado después''.
De todos modos, los manifestantes salieron a la calle y Act 31 declaró una jornada de desobediencia civil, provocando que brotaran pequeños incidentes en toda la parte baja de la ciudad.
''Siempre que haya un buen lugar para decir a los republicanos que están explotando la imagen del 11 de septiembre, se debe aprovechar esa oportunidad'', dijo Bill Simpich, un manifestante que vino de San Francisco y se presentó como un veterano de Vietnam.
Otro manifestante dijo incluso que no le molesta haber sido arrestado. ''Están matando a gente allí [en Irak y Afganistán], ¿cuál es el inconveniente de ser arrestado por una noche?'', dijo Bill Steyert, un sargento retirado de la Marina.
Horas después, en el Madison Square Garden, los delegados a la convención republicana escucharon hablar de los dos temas básicos del segundo día del cónclave, compasión, y la necesidad de acercarse a la comunidad, pero también escucharon historias de la Guerra Fría.
''Cuando era niño, los soviéticos ocupaban parte de Austria. Vi sus tanques en las calles. Vi el comunismo con mis propios ojos, y recuerdo el miedo que teníamos cuando atravesábamos el sector soviético. Había una creencia colectiva de que los soldados soviéticos recogían a los hombres y los enviaban a la Unión Soviética como trabajo esclavo'', dijo el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, quien se disputó a pulso la mayor ovación de la jornada con la primera dama, Laura Bush.
El gobernador, de hecho, llevó a los asistentes al delirio desde el inicio de sus palabras cuando llamó a la convención demócrata ''True Lies'', en referencia a su conocida película.
Les recordó que en su país natal, Austria, ''soñaba con venir aquí [a Estados Unidos]'' y que ``por horas miraba películas estadounidenses maravillado por héroes como [el actor] John Wayne''.
Por eso, ''colegas inmigrantes, ¿cómo pueden saber que son republicanos? Les explico'', dijo.
''Si creen en un gobierno que debe ser llamado a responsabilidad por el pueblo, entonces eres un republicano; si crees que una persona debe ser tratada como un ser individual, no como parte de un grupo de interés, entonces eres un republicano. [...] Y, señoras y señores, si creen que se debe ser duro y sin piedad con el terrorismo, entonces son republicanos'', añadió el gobernador.
En este sentido Schwarzenegger fue bastante firme en sus elogios al Presidente.
''América está en pie. En pie tras un ataque a su patria, en pie tras un ataque a su economía, en pie tras un ataque a nuestra forma de vida'', dijo el gobernador, parafraseando una de sus más famosas frases de la pantalla, ''I will be back'', de la película Terminator.
Y, añadió, ``estamos en pie por la perseverancia, el carácter y el liderazgo del Presidente''.
La primera dama, Laura Bush, fue más comedida, pero no menos incisiva en un texto de su discurso distribuido al cierre de esta edición.
''Confiamos bastante en nuestra capacidad para enfrentarnos a los retos. Hemos sabido apreciar mejor las bondades de que disponemos, pero también se nos ha recordado nuestras responsabilidades con el país que amamos'', dijo la primera dama, quien fue presentada a los delegados en un corto video por el Presidente, que hizo así su primera aparición en la convención.
Flanqueada por sus dos hijas, Bárbara y Jena, Laura Bush elogió a su esposo sin rodeos.
''Quiero hablar del tema que creo es el más importante para mis dos hijas, para todas nuestras familias y para nuestro futuro: el trabajo de George para proteger nuestro país y derrotar el terror, de modo que todos nuestros niños puedan crecer en un mundo más pacífico'', dijo la primera dama.
PS: Critican en Austria a Schwarzenegger
Nada bien han sentado en Austria las declaraciones de Arnold Schwarzenegger sobre su país natal en la convención republicana estadounidense, en las que afirmó que cuando emigró a EEUU en 1968 dejó atrás ``un país socialista''.
El secretario de organización del Partido Socialdemócrata Austríaco, Norbert Darabos, acusa al actual gobernador de California, de ``haber despreciado a su antigua patria''.
El ex actor contó ante la Convención Republicana que durante su infancia había visto ''los acorazados del ejercitó rojo'' en Estiria, su región natal, y que tras la marcha de los comunistas, Austria se convirtió en un país socialista.
Se da la circunstancia, resaltada por todos los medios austríacos, que el Ejército Rojo jamás llegó a Estiria y que en los años sesenta gobernaba el conservador Partido Popular Austríaco.
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