quarta-feira, novembro 03, 2004
Palm Beach y Broward respiran aliviados
H. POLEO y R. FERREIRA / El Nuevo Herald
BROWARD / WEST PALM BEACH
Los funcionarios electorales de los condados Palm Beach y Broward respiraron aliviados anoche cuando el equipo de votación y otros aspectos logísticos de sus respectivos procesos electorales fluyeron sin mayores incidentes, excepto una alta incidencia de electores que autoridades calificaron de inesperados.
Foto: Rui Ferreira
''Los problemas fueron múltiples, pero ninguno relacionado con la forma de votar, sino por el número abrumador de electores que acudieron a las urnas'', declaró a El Nuevo Herald el subdirector de elecciones de Palm Beach, Martin Rogol.
En este condado estaban habilitados para votar 729,575 personas, pero al cierre de esta edición las autoridades no habían informado el porcentaje de los que concurrieron a las urnas.
Hace cuatro años, el sistema electoral de Palm Beach se colapsó con el sistema de boletas ''mariposa'' y el sistema de perforación, pero en estos comicios la votación fue hecha con máquinas electrónicas.
Aun así hubo contratiempos, aunque menores. En nueve máquinas, las baterías no funcionaron y los votos no fueron registrados, pero los electores fueron advertidos a tiempo por los empleados condales y repitieron sus votaciones. Sin embargo, 37 máquinas sencillamente desaparecieron.
''Fueron rápidamente respuestas'', se aprestó a aclarar Rogol.
Pero como la demanda electoral fue mayor que la oferta, por una hora y media el sistema telefónico se desplomó con las quejas de los electores.
Foto: Rui Ferreira
Rogol explicó que por la mañana unas 16,000 líneas telefónicas de la empresa BellSouth tuvieron que ser desviadas hacia otras empresas, pero una vez restablecidas las comunicaciones ''la cosa se normalizó'' a media tarde.
Según una emisora de radio local, la mayoría de las llamadas telefónicas que hicieron colapsar las líneas telefónicas tuvieron que ver con dudas de electores sobre dónde debían votar.
''Ese ha sido nuestro mayor problema. La gente quiere votar, pero no sabe dónde. Hay que encaminarla'', declaró Jeanny Alvarez, una activista latina de la campaña Bush-Cheney, quien estuvo todo el día orientando a electores en las afueras de un colegio electoral, en el centro de West Palm Beach.
El conteo de los votos comenzó sobre las 4 p.m., cuando se realizó la primera reunión de supervisión del resultado electoral con el análisis de las boletas ausentes que, mientras tanto, comenzaron a ser entregadas por el Servicio Postal.
También comenzaron los primeros problemas. La comisión de supervisión fue presidida por el juez Barry Cohen, quien ya había jugado un papel clave en los comicios presidenciales del 2000.
La reunión, que duró hora y media, fue presenciada por abogados nombrados por los dos partidos quienes impugnaron paulatinamente la anulación de unas 100 boletas por la comisión, la cual estaba integrada, además, por la supervisora de elecciones del condado de Palm Beach, Teresa LePore, y la abogada Karen Marquez.
''Las boletas han sido anuladas porque los sobres no tienen ninguna firma que las avale por parte del elector'', explicó Cohen.
Por otra parte, no todos los empleados del Condado tenían claros sus deberes. Uno de ellos, en la estación de bomberos del downtown de West Palm Beach, amenazó con arrestar al fotógrafo de El Nuevo Herald Roberto Koltún pese a que este cumplió cabalmente las leyes estatales de mantenerse a la distancia reglamentaria del centro de voto.
Foto: Rui Ferreira
''Lo que sucedió con su fotógrafo es un ejemplo de la confusión con que ellos [los empleados del gobierno condal] se están debatiendo'', indicó Berta Jamison, una abogada de Illinois que vino a la Florida como voluntaria de una Organización No Gubernamental (ONG) a ayudar en la campaña del senador John Kerry.
''Los entiendo, quieren limpiar la imagen de hace cuatro años. Pero es difícil'', agregó la letrada, quien intercedió por el reportero gráfico.
En Broward, al terminar esta edición, la mayoría de los 777 centros electorales ya habían cerrado, y sólo 21 máquinas de votación de las más de 5,000 máquinas del presentaron problemas, informó Gisela Salas, subdirectora de elecciones de Broward.
Gran parte de los problemas que experimentaron las máquinas se debió a fallas eléctricas, y esas máquinas fueron reemplazadas por nuevos aparatos. En Coral Springs, algunos votantes se quejaron de que una de los aparatos estaba registrando votos para el candidato equivocado, pero la falla y los votos fueron corregidos, aseguró la subdirectora.
''Fue un problema de calibración. La calibramos correctamente y no hubo problemas'', explicó Salas.
Sin embargo, Elliot Minzberg, director legal para la organización Protección Electoral, informó que había recibido informes de algunos votantes que habían sido dirigidos al recinto electoral equivocado.
''La dirección y el número del recinto no eran los correctos en sus tarjetas de registro electoral'', explicó Minzberg.
Algunos votantes experimentaron filas de más de una hora para votar, sobre todo en la mañana. Sin embargo, las colas fueron disminuyendo a lo largo del día. Por la tarde, la mayoría de los votantes podían ejercer su derecho al sufragio sin tener que esperar más de unos pocos minutos.
En el Centro Comunitario de Sunview, en Fort Lauderdale, Yadi Pascual, cubana de 25 años, esperó menos de cinco minutos para votar, a las 9 a.m. Su amiga, Idalmis Santiago, puertorriqueña de 32 años, votó por primera vez ayer.
''Voto porque estoy cansada. Queremos un cambio'', acotó Santiago.
Los funcionarios electorales atribuyeron la calma del día a que más de 265,000 del millón de electores en Broward votaron en forma anticipada.
(C) 2004 El Nuevo Herald
BROWARD / WEST PALM BEACH
Los funcionarios electorales de los condados Palm Beach y Broward respiraron aliviados anoche cuando el equipo de votación y otros aspectos logísticos de sus respectivos procesos electorales fluyeron sin mayores incidentes, excepto una alta incidencia de electores que autoridades calificaron de inesperados.
Foto: Rui Ferreira
''Los problemas fueron múltiples, pero ninguno relacionado con la forma de votar, sino por el número abrumador de electores que acudieron a las urnas'', declaró a El Nuevo Herald el subdirector de elecciones de Palm Beach, Martin Rogol.
En este condado estaban habilitados para votar 729,575 personas, pero al cierre de esta edición las autoridades no habían informado el porcentaje de los que concurrieron a las urnas.
Hace cuatro años, el sistema electoral de Palm Beach se colapsó con el sistema de boletas ''mariposa'' y el sistema de perforación, pero en estos comicios la votación fue hecha con máquinas electrónicas.
Aun así hubo contratiempos, aunque menores. En nueve máquinas, las baterías no funcionaron y los votos no fueron registrados, pero los electores fueron advertidos a tiempo por los empleados condales y repitieron sus votaciones. Sin embargo, 37 máquinas sencillamente desaparecieron.
''Fueron rápidamente respuestas'', se aprestó a aclarar Rogol.
Pero como la demanda electoral fue mayor que la oferta, por una hora y media el sistema telefónico se desplomó con las quejas de los electores.
Foto: Rui Ferreira
Rogol explicó que por la mañana unas 16,000 líneas telefónicas de la empresa BellSouth tuvieron que ser desviadas hacia otras empresas, pero una vez restablecidas las comunicaciones ''la cosa se normalizó'' a media tarde.
Según una emisora de radio local, la mayoría de las llamadas telefónicas que hicieron colapsar las líneas telefónicas tuvieron que ver con dudas de electores sobre dónde debían votar.
''Ese ha sido nuestro mayor problema. La gente quiere votar, pero no sabe dónde. Hay que encaminarla'', declaró Jeanny Alvarez, una activista latina de la campaña Bush-Cheney, quien estuvo todo el día orientando a electores en las afueras de un colegio electoral, en el centro de West Palm Beach.
El conteo de los votos comenzó sobre las 4 p.m., cuando se realizó la primera reunión de supervisión del resultado electoral con el análisis de las boletas ausentes que, mientras tanto, comenzaron a ser entregadas por el Servicio Postal.
También comenzaron los primeros problemas. La comisión de supervisión fue presidida por el juez Barry Cohen, quien ya había jugado un papel clave en los comicios presidenciales del 2000.
La reunión, que duró hora y media, fue presenciada por abogados nombrados por los dos partidos quienes impugnaron paulatinamente la anulación de unas 100 boletas por la comisión, la cual estaba integrada, además, por la supervisora de elecciones del condado de Palm Beach, Teresa LePore, y la abogada Karen Marquez.
''Las boletas han sido anuladas porque los sobres no tienen ninguna firma que las avale por parte del elector'', explicó Cohen.
Por otra parte, no todos los empleados del Condado tenían claros sus deberes. Uno de ellos, en la estación de bomberos del downtown de West Palm Beach, amenazó con arrestar al fotógrafo de El Nuevo Herald Roberto Koltún pese a que este cumplió cabalmente las leyes estatales de mantenerse a la distancia reglamentaria del centro de voto.
Foto: Rui Ferreira
''Lo que sucedió con su fotógrafo es un ejemplo de la confusión con que ellos [los empleados del gobierno condal] se están debatiendo'', indicó Berta Jamison, una abogada de Illinois que vino a la Florida como voluntaria de una Organización No Gubernamental (ONG) a ayudar en la campaña del senador John Kerry.
''Los entiendo, quieren limpiar la imagen de hace cuatro años. Pero es difícil'', agregó la letrada, quien intercedió por el reportero gráfico.
En Broward, al terminar esta edición, la mayoría de los 777 centros electorales ya habían cerrado, y sólo 21 máquinas de votación de las más de 5,000 máquinas del presentaron problemas, informó Gisela Salas, subdirectora de elecciones de Broward.
Gran parte de los problemas que experimentaron las máquinas se debió a fallas eléctricas, y esas máquinas fueron reemplazadas por nuevos aparatos. En Coral Springs, algunos votantes se quejaron de que una de los aparatos estaba registrando votos para el candidato equivocado, pero la falla y los votos fueron corregidos, aseguró la subdirectora.
''Fue un problema de calibración. La calibramos correctamente y no hubo problemas'', explicó Salas.
Sin embargo, Elliot Minzberg, director legal para la organización Protección Electoral, informó que había recibido informes de algunos votantes que habían sido dirigidos al recinto electoral equivocado.
''La dirección y el número del recinto no eran los correctos en sus tarjetas de registro electoral'', explicó Minzberg.
Algunos votantes experimentaron filas de más de una hora para votar, sobre todo en la mañana. Sin embargo, las colas fueron disminuyendo a lo largo del día. Por la tarde, la mayoría de los votantes podían ejercer su derecho al sufragio sin tener que esperar más de unos pocos minutos.
En el Centro Comunitario de Sunview, en Fort Lauderdale, Yadi Pascual, cubana de 25 años, esperó menos de cinco minutos para votar, a las 9 a.m. Su amiga, Idalmis Santiago, puertorriqueña de 32 años, votó por primera vez ayer.
''Voto porque estoy cansada. Queremos un cambio'', acotó Santiago.
Los funcionarios electorales atribuyeron la calma del día a que más de 265,000 del millón de electores en Broward votaron en forma anticipada.
(C) 2004 El Nuevo Herald