segunda-feira, novembro 01, 2004
Voto cubano: un cambio dictado por la realidad
por JIM DEFEDE
Si la última encuesta de The Miami Herald es correcta, el camino a la Casa Blanca ya no pasa exclusivamente por La Pequeña Habana sino que ahora recorre las calles de Wynwood, Allapattah y Homestead.
Y si eso es verdad, el presidente Bush estaría en un grave peligro.
La encuesta del Herald muestra al senador John Kerry ganando el condado de Miami-Dade con 54.3 por ciento de los votos, y 41.5 por ciento por Bush. Cuatro por ciento está indeciso.
Si dividimos esos electores indecisos a la mitad, Kerry llega a 56 por ciento, Bush a 43 y Ralph Nader terminará con menos de 1 por ciento.
Si Kerry gana Miami-Dade 56 a 43, entonces es muy probable que gane la Florida. He aquí por que:
Según la encuesta del Herald, hecha por Zogby International, Kerry está bien ubicado para ganar Miami-Dade por entre 90,000 y 100,000 votos.
A Bush le sería muy difícil superar en el resto del estado si pierde por un margen tan grande en el condado más populoso de la Florida.
Si el margen de error de la encuesta fuera a favorecer a Bush, entonces Kerry le ganaría 53 a 46 por ciento (en vez de 56 a 43). Pero aún así, debido a los nuevos electores, Kerry siempre sacaría 50,000 más votos que Bush.
Y he aquí por qué la encuesta del Herald parece cierta.
Entre el 2000 y el 2004, la división entre demócratas y republicanos es prácticamente la misma en casi todas las categorías.
En el 2000, una abrumadora mayoría de cubanoamericanos apoyó a Bush y la última encuesta del Herald muestra que ahora está sucediendo lo mismo.
En el 2000, el voto negro y judío fue abrumadoramente a favor de Gore, y la última encuesta muestra que está sucediendo lo mismo con Kerry. Entre los anglos, Kerry tiene ventaja pero Bush ha estrechado la diferencia.
El único grupo que es radicalmente diferente es el de los hispanos no cubanos, que está respaldando a Kerry casi dos a uno.
En general, los hispanos (cubanos y no cubanos) apoyan a Bush, según la encuesta del Herald, con 62 por ciento diciendo que va a votar por el presidente y 35 por ciento diciendo que va a votar por Kerry.
Con todo, eso es una gran mejoría para los demócratas en relación con el 2000, cuando 73 por ciento de los hispanos apoyaron a Bush y sólo 27 por ciento votó por Gore.
Y casi todas esas ganancias para Kerry han venido de mexicanos, salvadoreños, dominicanos, colombianos y puertorriqueños, entre otros. Muchos de los cuales van a estar votando por primera vez.
En el 2000, Bush ganó entre todos los hispanos por 135,000 votos. Según la encuesta del Herald, la ventaja de Bush entre los hispanos en el 2004 será de menos de 95,000 votos.
Estrechar esa diferencia en 40,000 votos entre el 2000 y el 2004 sería una enorme victoria para los demócratas y muestra el tremendo impacto que grupos de inscripción de votantes como Mi Familia están teniendo en las elecciones de este año. En seis meses, Mi Familia ha inscrito 66,000 nuevos electores en la Florida, mucho de ellos en Miami-Dade y la mayoría de ellos son hispanos no cubanos.
La New Democrat Network, el Service Employees International Union y el Environmental Action Fund, están gastando $1.6 millones en anuncios dirigidos a los electores hispanos, llamándolos a votar por Kerry.
En realidad, estas elecciones pudieran terminar definitivamente con el desproporcionado impacto que los cubanoamericanos han tenido en las elecciones presidenciales en los últimos 25 años.
Siempre se ha supuesto que si los republicanos consiguen 80 por ciento del voto cubanoamericano van a ganar la Florida. Es por eso que los políticos, tanto demócratas como republicanos, han tratado de complacer a este bloque cubanoamericano durante tanto tiempo en todo, desde el embargo con Cuba y el comercio con la isla hasta la política de pies secos/pies mojados.
Pero en estas elecciones, el presidente Bush pudiera conseguir hasta 82 por ciento del voto cubanoamericano y todavía perder debido a los avances de los demócratas entre otros hispanos.
Y, si eso sucede, se habrá alterado para siempre la importancia de los electores cubanoamericanos.